Las primeras impresiones son siempre las más naturales - Louis XIV
He seguido reflexionando sobre cómo construimos la confianza desde las primeras interacciones en cualquier tipo de relación. Desde luego esto también influye en la Innovación Abierta. Porque si la Innovación Abierta es Innovación en Colaboración, y la colaboración requiere de confianza para que funcione correctamente, entonces la Innovación Abierta necesita también de la confianza. Y permiíteme explicar mi punto a más detalle.
En otro post conté la historia de mis primeras experiencias emprendedoras. Cómo fue que cuando tenía alrededor de 10 años, creciendo en México, pedí a mi madre 5 pesos prestados bajo la promesa de devolver 10 pesos un mes después. Tras unas pocas semanas de hacer buen negocio vendiendo caramelos a mis compañeros de colegio, pagué a mi madre los 10 pesos prometidos y continué con mi negocio durante un largo tiempo, hasta las vacaciones de verano. Ella fue mi inversora en otras ocasiones cuando necesitaba ampliar inventario y no tenía fondos suficientes. La confianza inicial de mi madre en mi, su apoyo y el orgullo que sentí al poder cumplir mi promesa a mi inversora fueron importantes para mi y han dado forma a la persona que soy hoy.
He escuchado cientos de presentaciones de nuevos proyectos, o como se les conoce en el mundillo “pitches”. En muy poco tiempo, generalmente entre 5 y 10 minutos máximo, una persona tiene que contar a qué se dedican, cuál es el problema qué están resolviendo, por qué ellos son mejores que sus competidores, y si no hubiera competidores por qué es necesario ese producto en el que hasta ahora nadie ha pensado, quienes forman el equipo y por qué ese equipo es el adecuado para trabajar en ello, y finalmente, qué es lo que piden y qué ofrecen a cambio.
Es una norma aceptada que el proyecto se juzga por lo que han podido presentar en esos breves momentos. Los que escuchan además de valorar la información que reciben, miran al que lo cuenta, cómo se desenvuelve, si conoce su tema, cómo responde a las preguntas, si es de fiar, si puede haber una conexión.
Yo algunas veces me imagino ríos de emociones que están conectando al que habla con su audiencia. Ya sea en un auditorio o en una reunión, influye lo que se dice y lo que no se dice. Al final de todo cada uno se responde una pregunta: ¿Puedo confiar en esta persona? ¿en esta empresa? Y qué es la confianza, la creencia de que el otro querrá y podrá actuar conforme lo hemos percibido a través de nuestras interacciones con ellos.
Y por último, en el apartado de las interacciones externas tenemos a los inversores. Se dice que los grandes inversores no invierten en las soluciones, sino en los equipos. Un buen equipo puede cambiar de actividad, pero podrá seguir generando triunfos. Así que es una práctica común que los inversores dediquen tiempo a conocer personalmente a los equipos. Tiempo en los que no se discute del trabajo, sino que se discute sobre los gustos, pasatiempos, experiencias, y en definitiva todo aquello que hace que una persona sea lo que es. Pero mejor aún, es un tiempo en el que el emprendedor puede conocer a sus inversores de la misma forma. He conocido casos en los que se van de viaje unos días para compartir más tiempo juntos. Creo que en este caso volvemos al punto de valorar también lo que no se dice. Son las pequeñas cosas las que construyen la base de estas relaciones.
En fin, así como mi madre me conoce y sabe qué puede esperar de mi (¡para lo bueno y para lo malo!), en todas estas relaciones entre emprendedores y corporaciones estamos buscando conocernos, confiar y saber qué podemos esperar unos de los otros. Y estas son dinámicas humanas que se escriben con emociones. Uno de los mejores efectos es que yo tengo muchos amigos emprendedores. Es decir, de todos los que he conocido, he conectado más con unos que con otros, nos seguimos hablando, nos encontramos en lugares comunes, comemos y construimos una relación de amistad, más allá de la profesional.
Yo estoy convencida de que si aprendiéramos desde pequeños a entender nuestras emociones y las de los demás, este mundo sería mejor, más rico, más conectado. Y desde luego el mundo emprendedor con tanta variedad y velocidad lo sería aún más.
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